Empieza a aflorar la ilusión por el viaje.
Siento la efervescencia de las tareas que me esperan en Casa Luna así como de las ideas que surgirán. Y empiezo a festejar en mi interior.
Será avanzado ya el otoño cuando viaje. ¿Seré capaz de mantener la casa caliente?
¿Nos daremos maña para instalar una estufa en el dormitorio, llevando los tubos hasta la chimenea?
Sueño con mi despensa ya acabada, esperándome. Bien aprovisionada de comida y agua. Un lujo que nunca antes he encontrado a mi llegada.
Casa Luna ha salido en la revista EcoHabitar. Dejaré un ejemplar en el bar del pueblo para compartir mi alegría.
Tengo mucho que agradecer a tantos.
A finales de Octubre retomaré el trabajo en la casa. Podréis seguirlo aquí.
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